Cuando nos planteamos tener un jardín en casa solemos pensar simplemente en la belleza que aportan las flores y plantas en un ambiente exterior. Y no cabe duda de esto, pero existen otras muchas ventajas que se desprenden de este espacio y que normalmente no tenemos tan en cuenta.

Desconexión: es uno de los principales elementos a favor de tener cerca un jardín, donde puedes elegir la mejor forma de relajarte, desde leer un libro al aire libre o simplemente contemplar el espacio. Tras una larga jornada laboral, no hay nada mejor que disponer de un ambiente como este para despejar la mente.

Contacto con la naturaleza: debido al ajetreo de la vida diaria, de la rutina laboral, el contacto con la naturaleza es algo que en muchos casos queda relegado a un segundo plano, pero que resulta de gran importancia para la salud. Estar en un jardín nos permite estar en contacto con lo natural, lo que supone, de alguna manera, una vuelta a nuestros orígenes.

Ocio: muchas de las tareas de cuidado del jardín son de gran ayuda para fomentar el relax. Algunas labores de mantenimiento, como la poda, la plantación o simplemente regar puede hacer que nos escapemos de los problemas del día a día y nos sintamos mejor, cuidando además de un espacio de nuestra casa que vemos cómo mejora gracias a nuestros cuidados.

Autoconsumo: una de las funciones que puede desempeñar un jardín urbano es hacer de él un huerto en el que sea posible cultivar las frutas y/o verduras que más nos gusten, teniendo así alimentos producidos por nosotros mismos.

Niños: el espacio de ensueño para cualquier niño es un jardín. En él pueden jugar al aire libre, con espacio suficiente y sin los peligros de romper ciertos elementos de una casa que normalmente corren peligro. Es el lugar ideal para que disfruten del aire libre y conecten con la naturaleza.

Familia: cuando se trata de reuniones familiares, el jardín es el lugar idóneo para pasar un rato de lo más placentero. Una cena con tus seres queridos al aire libre es la mejor forma de disfrutar de la buena compañía; y para los más románticos la mejor opción es una velada en el jardín a la luz de las velas.

Trabajo: muchas personas toman decisiones inspiradoras en el jardín, de forma que este les aporta una serenidad especial para llevar a cabo una labor más creativa. Asimismo, es un espacio para celebrar reuniones distendidas y un lugar idóneo para trabajar a distancia en las épocas de buen tiempo.

Estética y moda: las tendencias de cada de temporada se incluyen en el jardín, pudiendo incorporar hasta el más mínimo detalle en todos los elementos como flores, plantas, complementos o, incluso, en el mobiliario de exterior.

Arquitectura e interiorismo: un jardín permite aunar arquitectura e interiorismo para que se expresen como un único elemento. De esta forma, se aporta al espacio un aire especial donde expresar nuestra personalidad.

Inversión: un jardín es capaz de dar valor a cualquier propiedad, y perpetuarla en el tiempo, incluso convirtiéndose a veces en un legado.